Este año me retrasé un poco, lo sé. Pero esto se debe a mis múltiples ocupaciones laborales que, aunque no deben ser una disculpa para con algo que me gusta hacer, si me impide en gran medida, dedicarle el tiempo que quisiera. Así que me disculpo de antemano y procedo con mi lista de lo mejor de este año.

Tweedy – Sukierae
dBpm records

Algo que siempre he admirado y envidiado, es el trabajo en conjunto entre padre e hijo. Emprender un proyecto de carpintería o bricolaje junto a tu padre o tu hijo, debe ser una cosa maravillosa, pero lograr hacer un disco, es algo a otro nivel. Spencer Tweedy además de ser un gran baterista a los 18 años, tiene el privilegio de tener como padre a Jeff Tweedy. Así, mientras esperamos un álbum nuevo de Wilco, los Tweedy nos deleitan con su debut como dueto en estas 20 canciones.

Sun kil moon – Benji
Caldo Verde Records

Estoy harto de esa comparación gastada que muchos usan, en la que dicen que  los vinos, mientras más añejos son mejores. Sin embargo, cada que escucho Benji no dejo de pensar en eso. Es difícil pensar en un esfuerzo mejor que Among the leaves, pero Mark Kozelek se supera año tras año. Un disco que habla de aferrarse con todas las fuerzas a ese ser querido, un disco que habla de amar hasta que duela. Sí, soy todo un romántico y no me importa.

Spoon – They want my soul
Loma vista

Spoon es de esas bandas inconstantes que publican un disco maravilloso y luego otros dos que dejan mucho qué desear. Pese a esto, “They want my soul” es de los puntos altos (sino el más alto) en su carrera. Indie pop de gran calidad lleno de pasajes Country y Folk que hacen de este disco algo imprescindible para los años venideros.

A winged victory for the sullen – Atomos
Kranky

Adam Wiltzie, uno de los miembros de Stars of the Lid, aúna fuerzas con el pianista Dustin O’Halloran para crear esta inolvidable pieza ambient. Un álbum mucho más complejo que su predecesor, enfoca el trabajo de cuerdas hacia la repetición y la disonancia. Atomos es un muy bello ejercicio electrónico y sinfónico.

Behemoth – The Satanist
Nuclear Blast

Luego de que Nergal superara transitoriamente su difícil enfermedad, Behemoth ha decidido hacer un disco agresivo, oscuro y épico, donde el maligno no sólo está presente, lo habita completamente. Sin embargo, The satanist es una constante evolución hacia  búsquedas más intimas y metafóricas. Un estado de más calma que puede ser provocado por esa difícil etapa que Nargel está atravesando.

Answer Code Request – Code
Ostgut ton

Ostgut ton siempre ha estado muy comprometido con el sonido más arriesgado del Techno, lejos de lugares comunes y encaminado hacia experiencias cercanas al dancefloor, pero sin estar inmersos completamente. Answer request code no se aleja de ese concepto y nutre de ambientes y ritmos quebrados, ese agradable resurgimiento del techno.

Grouper – Ruins
Kranky

Liz Harris y su guitarra no dejan de sorprendernos. Esta vez, se aleja un poco de su sonido convencional y se aparta de las distorsiones y los drones. Sigue conservando su estética tradicional pero un tanto más limpia y menos dependiente de los controles de voltaje.

 

Shellac – Dude incredible
Touch & Go

Nuevamente Bob Weston, Steve Albini y Todd Trainer nos entregan una nueva placa donde se alejan de sus propios lugares comunes. Un disco que puede sonar tan similar o diferente a shellac, dependiendo qué etapa de este grupo decidamos contemplar. Y es que éste es un grupo de extremos, ya sin tracks de larga duración pero con la cohesión y coherencia que pocos pueden lograr. Shellac se tardó siete años creando Dude incredible, siete años de espera bien recompensados.

Andy Stott – Faith in strangers
Modern love

“Violence” es tal vez el mejor track que escuché en el 2014, pero no es una causalidad. Andy Stott lleva años intentando crear un estilo propio que ha depurado año tras año. Reverberaciones inmensas, patrones de ritmo constantes y distorsionados, y líneas de bajo más bajas que el inframundo, han comenzado a definir su lugar en el mundo. Andy Stott está solo en ese lugar, un espacio que él mismo creó, un espacio que habita comodamente y que documenta sin cansancio año tras año. Ruego para que viva allí unos años más y nos siga entregando fotografías iguales o mejores que “Faith in strangers”.

Casualties of cool
HevyDevy Records

La verdad no conozco mucho sobre Devin Townsend, el artífice de este disco. Lo único que sé es que ha publicado poco material y que esto llego a mis oídos por simple casualidad. Blues y country de la mejor factura, de ése que a estas alturas del partido ya pocos hacen.

Loscil – Sea island
Kranky

Definitivamente Kranky es mi sello favorito de los últimos cinco años. Podría hacer fácilmente un top cinco con discos publicados allí. Pero más allá de eso, Sea Island es una pieza única en su especie, una obra delicada y perfectamente confeccionada. Minuto a minuto todo suena tan natural y familiar, como si se hubiera pensado durante generaciones el lugar de cada sonido en este trabajo. Sea island es un disco para el recuerdo, un disco para seguir escuchando durante muchos años más.