Después de Lucía
Michel Franco
2012

Más de tres meses de darle largas en mi lista de netflix, se vieron gratamente recompensadas esta noche. “Después de Lucía” muestra claramente cómo el nuevo cine mexicano es sin duda el referente actual del cine latinoaméricano. ¿Qué pasa en Colombia que nos quedamos sin propuestas, sin ideas, sin guiones coherentes donde sólo hay violencia gratuita, prostitución, drogas y una guerra interna que ha permeado cada cosa que consumimos? ¿De verdad en Colombia somos sólo eso? Responder esas preguntas me da miedo porque al ver películas como ésta, me doy cuenta de que estamos a años luz de hacer algo con siquiera la mitad de coherencia y calidad que tiene esta película.

“Después de Lucía” nos presenta a una adolescente que enfrenta la soledad e impotencia que genera el bullying dentro de la escuela. Imágenes crudas y un final aterrador que hechas a partir de tomas fijas y largas, te convierten automáticamente en un testigo íntimo de los protagonistas y te obligan a compartir una angustia absurda que no demuestran, pero que claramente están viviendo. Michel Franco es un director que al parecer, disfruta obligándote a abusar de tu morbo, te deja ver sólo lo que él quiere que veas y te fuerza a imaginarte siempre lo peor dentro de cada acción que no muestra.

Sé que muchas veces peco de viejo huraño y regañón que raramente encuentra algo que le guste, pero esa misma postura me lleva a emocionarme de verdad cuando encuentro algo realmente bueno. Luego de un inicio de tarde con una película un tanto forzada y también mexicana llamada “Preludio”, concluyo este jueves santo con una de las mejores películas latinoamericanas que he visto en mucho tiempo.