Oranges and sunshine
Jim Loach
2010

La ópera prima de Jim Loach, hijo de Ken Loach, el más grande director de todos los tiempos, nos trae a una Emily Watson muy madura, en una película que más que en el cine, encajaría muy bien en la TV.

Oranges and sunshine es una pequeña gran pelicula con una carga impresionante de denuncia. Un realismo al que ya nos tiene acostumbrados los filmes de su padre, pero sin entrar en los terrenos escabrosos del melodrama. Se trata pues de una película para nada contenida, donde se expone el crudo desenlace de cientos de miles de niños sin hogar, que son enviados a orfanatos en diferentes países de la commonwealth entre la década de los 30 y los 80. Allí, luego de muchas mentiras sobre el destino de sus padres, son maltratados e incluso violados por sacerdotes encargados de dichos centros.

Esta película muestra cómo una trabajadora social llamada Margaret Humphreys, descubre este extraño y sistemático actuar por parte del gobierno británico y emprende sin apoyo alguno, la difícil tarea de reunir familias separadas 40 años antes.

Con un guion que a veces se siente que requería un poco más de revisión, Loach aprende a tropezones cómo se hace cine de denuncia y lo difícil que es hacerlo. Un proceso de investigación que resulta en una película que expone una crueldad absurda hacia la niñez, pero que luego de la primera media hora se queda sin mucho más qué decir. Por último, aunque se logra desarrollar cierto nivel de empatía con los personajes, luego de un rato te sientes alejado del terreno donde logró llevarte, para darle un cierre un tanto extraño a una película que tal vez, necesitaba dejar algo más que simples fotografías en blanco y negro documentando lo real del suceso.

Oranges and sunshine es una película con más fallas que aciertos, pero que finalmente se deja ver y logra conmover.

Disponible en netflix